Nunca he entendido por qué se nombra la posición más cercana del sol a la tierra como perihelio (a la más lejana, af(h)elio, síncopa de "apo-helio") y casi por el contrario, la más cercana de la luna con respecto a nuestro planeta como perigeo (o apogeo, la posición más lejana, curioso, lo más lejano a lo terreno). Supongo que ocurrirá porque "periselene" suena demasiado "peripatético" para ciencias astronómicas (hoy no sé lo que soy, pero un día hace muchos años quise ser de mayor astrónoma).
En todo caso no me parece justo. Por muy satélite que sea, Selene es hermana de Helios. Y pasea por el cielo sus cuatro bueyes blancos.
Yo he acariciado la testuz de un toro con mis manos estos días, un toro bravo, y, de pronto, y sin saber cómo, Selene se ha colocado los cuernos del animal como corona. Y no puedo dejar de pensar en Creta y las columnas rojas de Cnossos, ni el doble hacha icono de aquella cultura, que unas veces se interpreta como representación de los cuernos del minotauro y otras como signo de cultos lunares.
El caso es que pese a todo esto, o tal vez gracias a ello, yo la he visto como siempre.
Será que un 7% de más no signfica nada cuando hablamos de distancias en, mínimo, meses/ luz(n)ares (los kilómetros los dejo hoy para los terráqueos).
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Chapeau !
ResponderEliminarMark de Zabaleta
Un acontecimiento este de la luna en su lugar más cercano a la tierra que aquí en Madrid ha sido difícil de disfrutar, aunque mi familia y yo nos alejamos unos kilómetros para poder apreciarlo y mereció la pena.
ResponderEliminarUnas imágenes bellísimas.
Saludos
Hola Luis, ya ves tú que éstas están disparadas en plena ciudad, pleno centro además...imagino que en el campo, viéndola cuando comienza a salir, tuvo que ser apoteósico...
ResponderEliminarGracias y saludos, Mark.
Igualmente a ti, Luis