Un vuelo que concede sosiego a quien observa la foto con tranquilidad. Un cielo alucinante con esas tres rectas que jamás se van a encontrar. Un saludo
..y el vuelo del ave fue "fortuito"...iba cámara en mano, mejor ya casi en ojo, dispuesta a fotografiar por enésima vez esas tres estelas que todas los días aparecían por el cielo del campo, cuando por el rabillo atisbé que la paloma había levantado vuelo desde el gallinero que está situado un poco más abajo y derecha, a escasos cincuenta metros. Redirigí milimétricamente la lente para intentar adivinar su trayectoria, repitiéndome "tengo que conseguir fotografiarla (para ello primero es necesario el disparo), tengo que conseguirlo", a ciegas, la velocidad de su vuelo en tan corto espacio no te permite más, ni siquiera "mirar", ajuste de rueda de diafragma y velocidad en nanosegundos, click cuando intuí, y estallido de alegría cuando la vi en el visor...disparo conseguido, alas abiertas, casi justo encima mía y las tres estelas: la fotografía estaba casi del todo hecha, hasta casi verbalizada con su título en ese mismo instante. Sólo me faltó editarla a su "forma" o estilo. Gracias, Tomás, yo celebro verte aquí. Un beso
Dios mio (soy ateo) extensa explicación. Casi científica. Me ha gustado tu pormenorizada historia de un instante: "...nanosegundos, clik cuando intuí, y estallido de alegría cuando la vi..." Te salió pareado casi ero.;-)
Sí es que me embalé con el entusiasmo, como te acabo de conocer, no me corto, ya me verás parca cuando me lleguen las timideces, ;) Soy mala prosista, ...también....jaja (por lo del pareado) Aquí todos somos ateos hasta que se demuestra lo contrario, :DD Un beso y buenos días, Tomás.
Un vuelo que concede sosiego a quien observa la foto con tranquilidad. Un cielo alucinante con esas tres rectas que jamás se van a encontrar. Un saludo
ResponderEliminarMe alegro de que te produzca esa sensación de tranquilidad, Luis.
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
Hermética. Tres veces grande. Tres vuelos.
ResponderEliminarEl vuelo del ave dignifica la escena.
Celebro despertar tus recuerdos.
Un beso.
..y el vuelo del ave fue "fortuito"...iba cámara en mano, mejor ya casi en ojo, dispuesta a fotografiar por enésima vez esas tres estelas que todas los días aparecían por el cielo del campo, cuando por el rabillo atisbé que la paloma había levantado vuelo desde el gallinero que está situado un poco más abajo y derecha, a escasos cincuenta metros. Redirigí milimétricamente la lente para intentar adivinar su trayectoria, repitiéndome "tengo que conseguir fotografiarla (para ello primero es necesario el disparo), tengo que conseguirlo", a ciegas, la velocidad de su vuelo en tan corto espacio no te permite más, ni siquiera "mirar", ajuste de rueda de diafragma y velocidad en nanosegundos, click cuando intuí, y estallido de alegría cuando la vi en el visor...disparo conseguido, alas abiertas, casi justo encima mía y las tres estelas: la fotografía estaba casi del todo hecha, hasta casi verbalizada con su título en ese mismo instante. Sólo me faltó editarla a su "forma" o estilo.
ResponderEliminarGracias, Tomás, yo celebro verte aquí.
Un beso
Dios mio (soy ateo) extensa explicación. Casi científica. Me ha gustado tu pormenorizada historia de un instante:
ResponderEliminar"...nanosegundos, clik cuando intuí,
y estallido de alegría cuando la vi..."
Te salió pareado casi ero.;-)
Un beso
Sí es que me embalé con el entusiasmo, como te acabo de conocer, no me corto, ya me verás parca cuando me lleguen las timideces, ;)
ResponderEliminarSoy mala prosista, ...también....jaja (por lo del pareado)
Aquí todos somos ateos hasta que se demuestra lo contrario, :DD
Un beso y buenos días, Tomás.
Me da, me da, que no te llegarán las timideces.
ResponderEliminarUn beso.
Ojalá sea que no, Tomás. las timideces sólo son producto del miedo, en mi caso, ante el dolor que me produce una injusticia...:)
ResponderEliminarUn beso