Dejo su tarjeta escaneada por varios motivos: el fundamental, no puso ningún reparo cuando le pedí permiso para hacerla pública en internet. Afortunadamente, ciertos miedos sociales provocados por un mal entendimiento de este medio (recuerdo muy bien cuando todo el mundo quería aparecer en las guías de teléfonos, era yo aún una niña) han pasado a mejor vida. Llevo 10-12 años retratando este mercado en su antigua y nueva ubicación, y es casi la primera vez que no me opositan "mirada", presuponiendo un "abuso"(o mal uso) de la visual que se captura (y eso que no soy clienta habitual suya, y no por nada, sino porque la calidad de los productos que ofrece la mayoría de las ocasiones no me la puedo permitir, aunque sí "se me van los ojos", y hasta la saliva, ;)).
Gracias, J. Uncala.
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