Esta fotografía es el "último" verso de un poema que no puede verse ni leerse, un poema que empezó a componerse hace ahora casi tres años. El poema se ha hecho sólo, como el resto de mis poemas, como el resto de mis fotografías, un llegar sin saber a dónde hasta que lo sabes, y entonces sabes que has cerrado un poema.
No hay misterios, pero sí inefabilidades. Ésa es la dificultad. Tal como en la vida, por eso existe la metáfora, es la barca que nos hace poder traspasar el límite, o tal vez el tren de ida y vuelta, o simplemente el ciclo de las estaciones, en cualquier caso círculo abierto y cerrado ya en tres dimensiones, la hélice trigonométrica.
Algunos pasos, versos, los iniciales, pueden contemplarse en las fotografías de la entrada anterior (ésta), otras en ésta, y muchas más en algunas entradas de mi otro blog o incluso en el de la fuente ... en fin, sólo poema que ha tardado en componerse casi tres años de vida.
Ayer me llegó este libro por correo. Cuando lo tuve en mi mano, "lo supe". Hasta que no he hecho la fotografía, no he podido grafiar el "último" verso.
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