Ésta es una entraña más de el cuarto claro, no una estancia aledaña.
Mis poemas, y algún otro texto, el 99% de las veces los expongo en el otro. Fotografías, en ambos.

miércoles, 1 de agosto de 2012

La cantora

Esto es lo que suele suceder cuando en esta bendita casa yo PIDO que se me dispare una fotografía: todo enfocado menos lo que sea que se suponga protagonista del disparo. Ocho disparos, ocho, y el único salvable es ese por el que el desenfoque en el rostro tiene una excusa natural, simplemente estaba intentando ponerme bien la ME-LE-NA, y me pillaron, eso es, me pillaron en el justo momento. El resto de los disparos, para tirarlos. Debo reconocer que la foto me gusta, tan natural que ni las arrugas se me ven, los desenfoques favorecen mucho a cierta edad. Yo me pregunto si esa cara pongo tan sólo para mover el pelo, ¿qué leches de cara pondré cuando me sorprendo, alegro, enfado, río o lloro?... con razón "se me asustan", así, en general. Expresiva "la muchacha", qué se le va hacer.
A partir de hoy vuelvo a abrir los comentarios en este blog y el otro. Recuerdo cuando de mocita me daba por la llantina, recuerdo a mi madre diciéndome: "¡Deja algo para cuando yo me muera, coñi!", con lo cual, es evidente, sólo conseguía que llorara aún más. Ella no recordaba entonces que cuando de pequeña ella misma cogía un pañuelo, se subía a un banquito alto de la cocina de mi abuela y  se ponía a llorar, así, sin que ninguna circunstancia más o menos comprensible pudiera hacer pensar al resto de su familia que tenía motivos para llorar, tan natural como la que va a comerse un bocadillo (bueno, por aquel entonces no era algo "tan natural" eso de comerse un bocadillo), sin más, un cotidiano acto más, lo que provocaba el consiguiente recochineo de todos sus hermanos y hermanas, que a su vez le preguntaban muy "indulgentes" y "comprensivos": "Lolilla, Lolilla, ¿por qué lloras?", y ella, con cuatro o cinco años  y esos ojos verdes llenos de lágrimas, contestaba entre hipidos: "¡Ay!, ¿es que no lo ves?,  ¡es que tengo mucha pena encima!". Imagino las carcajadas posteriores. Ahora yo no es que haya llorado mucho, la costra y la coraza va pudiendo con mis lacrimales, pero la depre de este país ha podido con mi ánimo. La semana pasada me propuse que no iba dejarme entristecer más. Bastante había llorado en la vida por "mis propios medios". Esta semana me propongo quitarme la tontería de la forma más sana posible, es decir, con un buen guantazo. De mis padres creo que tan sólo recibí uno,  un día allá por los 13 o 14 años en el que se me ocurrió decir "¡lechuga!". Evidentemente tenía toda la connotación de un ¡coño!, así que mi padre me endilgó el sopapo. Le dije, argumenté  yo siempre toda indignada, y dolorida no en la cara sino en lo más profundo de mi corazón, "¡¿pero por qué, por dios, si no he dicho ninguna palabrota?!, buen esfuerzo que he hecho para evitarla, la he sus-ti-tui-do, pa-pá!)", y él me respondió, "el tono, Sofía, el tono te ha delatado la intención,  que es la que cuenta". Y tuve que callarme la boca, lógicamente, pues yo ya me entrenaba en el sano uso de la palabrota como expresión poética cotidiana. Mi padre, ahora lo veo, hubiera sido un magnífico crítico de poesía, de los buenos de verdad, de esos que apenas existen, de esos que saben leer el tono, que saben leer por debajo de la palabra escrita y dicha.
He titulado la foto "La cantora" porque mi hijo me ha dicho que parece que estoy cantando (abstenerse  asimilación con otros "parentescos", a mí se me ha venido post-titulación y la obvio, las palabras no son patrimonio exclusivo, y menos las bonitas). Me miro y afortunadamente aún me reconozco (la prosopagnosia no me ha hecho su presa), pero no sé si río o lloro, cuando sé, positivamente sé, empíricamente sé, que únicamente estaba intentando colocar ese pelo.
"La blusa mexicana", ese es su verdadero título, ;)
Disparo de la fotografía: Sevilla,  Manuel, J. Távora Serra, Nikon D-80, Nikkor 18-135, 1/Agosto/2012, 30075.

5 comments:

  1. Respuestas
    1. ¿Y un marihachis?, ¿no cuela?... :D
      Beso, Miguelito, ;)))

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  2. Yo creo que a mí me empiezan a beneficiar los desenfoques, y si estoy a 50 metros de la cámara mejor, jajaja.
    Bella la cantora, con esa blusa hasta parece que cantas una canción ranchera, de esas que sin tequila no saben ni se sienten :)

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