Ésta es una entraña más de el cuarto claro, no una estancia aledaña.
Mis poemas, y algún otro texto, el 99% de las veces los expongo en el otro. Fotografías, en ambos.

jueves, 30 de junio de 2011

T(F)REETIME

... Y sin pensarlo me ha salido un pequeño homenaje a parte del trabajo que he estado desarrollando en la editorial con la que trabajaba, y al que hoy mismo he renunciado a continuar (leer aquí en mi otro blog), porque se me asemeja a la portada de un libro. 
Tres, la fotografía también lo dice: diseñar portadas (algunas), leer-valorar creo que el 95% de los originales que entraban, si no más, y maquetar/revisar/corregir, como las principales tareas o de mayor enjundia.
Y al hilo del título que me ha pedido darle, se me viene este son-etho que hace tiempo escribí (por cierto que acabo de darme cuenta de que tengo que corregirle algunas cosas,  tengo los blogs en cuentas distintas y por eso no lo hago sobre la marcha).


martes, 28 de junio de 2011

07611

Ésta es una de esas fotografías con las que una no disfruta en absoluto (no por nada, sólo porque no me gusta), pero que sin embargo no puede dejar de hacer. Llevo dos semanas con ella, medio editándola, abriéndola y cerrando el archivo, pero por fin me la quito de en medio...espero.
Eso sí,  ha hecho que me pregunte algo... ¿no será que la apariencia de lo que vemos depende del tiempo que estemos observándolo, y, así como un corrimiento hacia un color en el espectro de la luz, hacia el rojo, significa progresivo distanciamiento, es decir, que la percepción de un color implica una diferencia cualitativa medible con otro tipo de magnitudes, y por tanto ocasiona que el fenómeno resulte adscribible a otro categoría de la realidad , también la magnitud temporal (medición cuantitativa) desde los ojos del perceptor/espectador esté intrínsecamente relacionada con la naturaleza de las cosas ("medición" cualitativa)?
¿Dónde queda el empirismo  entonces?, y, lo que es peor, ¿para qué seguir sometiéndonos tanto al tiempo y/o a la apariencia materialmente demostrable de las cosas?

sábado, 25 de junio de 2011

Mimo al sol

Siempre he conocido a esta planta por el nombre de "Mimo".


Madrid, ciudad cerrada

Es un disparo de Abril de 2010 que ahora he vuelto a revelar al hilo de la búsqueda de una imagen para una portada. No sé por qué la he titulado así, me salido sopesando sus volúmenes, la luz, trabajándola se me ha venido el título.
Conozco Madrid desde pequeña. Mi adolescencia, mi juventud, la primera y la más tardía cercana a la madurez, durante casi todo mi tiempo de vida Madrid ha sido como mi segunda ciudad. Siempre me sentí bien en ella, jamás me importaron sus diferencias con respecto a Sevilla. Me sentía igual de cómoda en una que en otra, y me encantaba, igual que la mía propia.
Siempre Madrid se ha caracterizado por ser una ciudad abierta, una urbe que acogía a emigrantes y provincianos, todos formábamos parte de ella.  Los habitantes más auténticamente madrileños pienso yo que fueron los que en gran medida la hicieron así,  la dotaron de ese carácter al saber aceptar y acoger las diferencias culturales de todo el que llegaba.
Y sé que sigue siendo una gran ciudad con esa posible apertura. Pero yo ya no la siento así. NO SÉ POR QUÉ.
Tal vez he cambiado yo. O tal vez ha cambiado ella.
En cualquier caso he tardado un año y pico en darme cuenta, de los 47 a los 48 años, en nombrar ESO que percibía. Tal vez todo ese lapso en aceptarlo, en retratarlo.
Y sí que hay cierta dosis de melancolía.

viernes, 17 de junio de 2011

Parasol solarizado

Estoy jugando un poco con el verdadero parasol que me inspiró el título del poemario "Los parasoles de Afrodita"... hace cinco años que no lo abría, ;)


jueves, 16 de junio de 2011

lunes, 6 de junio de 2011

Amanecer de Junio (I, II y III)

Calentitas de esta mañana.
La canción de "Alameda" con las que acompaño las fotografías no tiene nada de "calentita" temporalmente hablando, que hace ya muchos años que sonó por primera vez en mis oídos, pero invariablemente la sigo identificando con el amanecer en esta ciudad, como si se hubieran registrado en ella todos los sonidos, todos los olores, todos los colores, los tonos de luces, todas las sensaciones que en esencia se destilan a través de nuestras percepciones. Esta canción forma parte del registro de clásicos (por ellos no pasa el tiempo) de mis engramas musicales.







 
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